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jueves, 1 de julio de 2010

Dos mil gotas...

Fundiéndonos en un abrazo tierno
De esos que hacen perder la noción
Como si ese mágico momento fuera eterno
Brotando por los poros esa enérgica pasión


Aturdiéndome el estallido en cada uno de tus besos
Revoloteando mariposas en la comisura de mi boca
Bendiciendo a cada instante esa serie de sucesos
Que sacó a mi corazón de una prisión de roca


Eliminando de inmediato todo rastro de pudor
Floreciendo mi sonrisa como la más bella flor
Encendiendo en mi pecho el más intenso calor
Como único testigo dos mil gotas de sudor

martes, 29 de junio de 2010

Esperando

Pequeña hermosura, un canto a la belleza
Tan seguido no te veo aunque estás en mi cabeza
Con esa mirada tierna, tan tierna y seductora
Que vive hasta en mis sueños y sueño con verla ahora


Tu carita mi locura y tus ojos mi obsesión
Daría lo que no tengo por entrar en tu corazón
Aún sabiendo que está ocupado que no me queda lugar
Me jugaría lo que fuera si me la tengo que jugar


En esta vida no eres mía, me conformo con mirarte
Viviría muchas vidas hasta volver a encontrarte
Quizá te conozco de antes, un antes muy lejano
Tendré que esperar más años para tomarte la mano


Como lo hice tantas veces, acá seguiré esperando
Hasta que tu alma se dé cuenta que la mía la está llamando
Tal vez en algún momento te cruzas en mi camino
Pero eso queda en manos del caprichoso destino

Mireya

La mireya de andar fino
Con olores parisinos
Y mirada sobradora


Con la sonrisa entre dientes
La mirada indiferente
Y la actitud provocadora


No pensaba en otra cosa
Más que estar linda y hermosa
Ante el primer candidato



Buscando entre las riquezas
Solo encontraba tristeza
Y no la horma de su zapato


En esa búsqueda estaba
Sintiendo que le faltaba
A su vida algo diferente


Y aparecí aquella tarde
Sin hacer ningún alarde
Como un muchacho corriente


En un cruce de miradas
Percibí que le faltaba
Cariño, amor y ternura


Me procuré hacer lo imposible
Por conquistar su alma sensible
Y parecía una locura


Sin entender el porqué
Aceptó tomar un café
Así se me abrió el camino


O quizá ya estaba armado
Todo listo y controlado
Por el bendito destino


Lo importante de este caso
Fue tomarla entre mis brazos
Hasta caer en la alfombra


Estallaron las hormonas
Y como diría don Arjona
Que le besé hasta la sombra


A partir de ese momento
Todo se transformó en un cuento
Que contaron varias camas


La mireya se volvió obsesiva
No hizo caso a sus amigas
Y ahora ella es la que me llama